Madrid sigue siendo una ciudad mestiza

Un buen ejemplo de la fusión interpretada por un madrileño de adopción es la del itamae japonés Hisato Mori, al que METRÓPOLI descubrió -y distinguió con una mención de honor en sus premios anuales- cuando en 2011 abrió su primer y modestísimo local en General Pardiñas. Era hora de reencontrarnos en el nuevo, más amplio y más atractivo Txatei (Don Ramón de la Cruz, 49. Tfno.: 91 112 31 83, calificación 15/20).

Conclusión del reencuentro: Mori San sigue distinguiéndose por su capacidad -inhabitual- para dominar la cocina fría de sushi y sashimi y la caliente (caldos, fritos, asados…) y para incorporar elementos mediterráneos: harumaki (rollitos de primavera) rellenos de presa de cerdo ibérico de bellota y puré de patata; usuzukuri (sashimi cortado muy fino) de pez limón (también conocido como serviola); clásicos makis California con aguacate, langostinos atigrados de nuestro mar -no los congelados que llegan de lejanos océanos- y tobiko, huevas de pez volador; restallantes niguiris de erizo de mar, y el remate del carabinero mediterráneo frito en tempura, y para relamerse. Además, y es milagroso, no parece que los precios hayan subido apenas desde 2011…

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